En el vibrante barrio de Malasaña, nos encontramos con este encantador proyecto donde se ha buscado aprovechar al máximo la entrada de luz natural. El objetivo principal fue crear un espacio luminoso y acogedor, fusionando elegancia y calidez.
La cocina, integrada al salón, es un lugar luminoso y práctico. Con una encimera espaciosa y lámparas colgantes del techo, se ha logrado una combinación perfecta de funcionalidad y estilo. Un pasillo iluminado con luces LED desde el techo conecta la cocina con el resto de la vivienda, y una pared panelada de madera añade un toque distintivo y original.
La vivienda cuenta con dos dormitorios, el principal con baño en suite donde se combina, con acierto, el estilo vintage con elementos tradicionales y modernos. El solado, que aporta ese encanto clásico, se mezcla con detalles contemporáneos, como el espejo retroiluminado, la grifería empotrada en color dorado y el lavabo sobre encimera. En cuanto al segundo baño, donde predomina el blanco y el negro, se ha elegido una opción más sobria pero igual de sofisticada.
Este nuevo proyecto es una muestra de creatividad y atención al detalle, donde la luz natural y el equilibrio entre tonos claros y elementos de madera se combinan para crear un espacio único y acogedor.