Cada reforma a la que nos enfrentamos nos plantea un reto nuevo. En el caso de esta vivienda, la falta de luz natural era su principal hándicap, por lo que el nuevo diseño del inmueble se centró en potenciar su luminosidad.
¿Quieres saber cómo lo hicimos? ¡Vamos allá!
Para transformar este hogar en su mejor versión, decidimos derribar los tabiques que separaban las estancias comunes y unir salón, comedor y cocina en un único espacio. Una solución con la que no solo conseguimos generar mayor sensación de amplitud en la vivienda, sino con la que logramos aumentar su luminosidad.
Asimismo, con el fin de combatir la falta de luz natural, apostamos por una combinación de diferentes soluciones de iluminación artificial: techos foseados dobles, carriles de luz, lámparas de techo… diversas opciones que permiten generar distintos ambientes en un mismo espacio.
Respecto al resto de estancias de la casa, mantuvimos los tres dormitorios con los que contaba el inmueble en su estado anterior a la reforma; y diseñamos dos cuartos de baños, uno en tonos claros y un segundo en colores oscuros. Ambos con hornacinas, foseados, espejos retroiluminados y elementos como griferías o radiadores con acabados en negro mate.
